La celiaquía y los comentarios desafortunados: entender que no se trata de maldad sino de desinformación
08/31/2022
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Muchos no saben que, por ejemplo, los productos industrializados, sin gluten, tienen mayor o igual contenido de grasas que los aptos.

El otro día volví a escuchar una de esas tantas frases sobre la celiaquía que por desconocimiento la gente dice. Sin saber que quizás, quien recibe esa frase, puede sentir enojo y angustia, aunque no lo exprese.

La frase más común que escuchamos, refiriéndose a India, es:

“Que suerte que le agarró de chiquita, así se acostumbra más rápido”

Quienes dicen esto lo hacen para, de alguna forma, tratar de consolarnos o solidarizarse con uno ante el nuevo desafío que es la confirmación de un diagnóstico.

Lo cierto es que, esas palabras incomodan un poco, porque hasta no saber bien cómo manejarte con la nueva integrante de la familia, llamada celiaquía, lo que se siente es miedo.

Sentimos bronca, angustia y frustración porque tenemos que prohibirle a un niño algo que desea comer, y en lugar de eso, debemos buscar la forma de explicarle qué es lo que le sucede. Siempre buscando que no sufra. A raíz de todo esto es que nacen nuestros cuentos, pensados como herramientas para poder hacer el camino un poco más amable.

Pensamos en nuestros cuentos como herramientas para que estos temas sean hablados, para que la gente pueda informarse y conocer, logrando ponerse en el lugar del otro, sabiendo que el comienzo del camino no es fácil, y más cuando se trata de niños.

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Hace poquito salió este tema en el chat de mamis sin TACC y fue una catarata de mensajes. Fue una buena forma de descargarnos y contar experiencias que nos habían provocado enojo y angustia.

Una nos contó que, tratando de solarizarse, le dijeron:  

“Ojala me agarrara solo unas semanitas para poder adelgazar”

Por supuesto, sintió enojo cuando se lo dijeron, hasta que comprendió que no es maldad sino desinformación. Muchos no saben que, por ejemplo, los productos industrializados, sin gluten, tienen mayor o igual contenido de grasa que los aptos.

Esta desinformación de la que hablamos está también en las escuelas, donde muchas veces se reparten alfajores para todos los niños olvidando al que tiene celiaquía, logrando que el niño se sienta no incluido y no tenido en cuenta.  

¿Cómo se le explica a un niño de edad preescolar que no puede comer lo mismo que comen sus compañeritos?

Todas estas cosas no pasarían si estos temas fueran incorporados, informados y trabajados, sobre todo en el ámbito educativo. Son los niños los que luego llevan todo lo aprendido a la casa, siendo muchas veces los encargados de brindar información a sus padres.

Tener un niño con celiaquía en casa, significa tener que decir NO muchísimas veces, o tener que escucharlos decir que las galletitas que los otros comen en el jardín se ven deliciosas, mientras a ellos le dan una barrita de arroz.

Tener que escucharlo llorar porque en un cumple que festejaron en el salón no pudo comer la torta como todos los demás.

Seguramente los niños se adapten más rápido, pero son muchísimas cosas por las que atraviesan y el comienzo del camino no es nada fácil.

Por eso es importante que compartamos esta información y que luchemos para que en las instituciones se charle,  se enseñe y  se trabajen estos temas.

Ya tenés alguno de nuestros cuentos?

Los cuentos se centran en que el niño, comprenda la condición y las repercusiones que ésta tiene, desde una mirada fantástica, amigable y sobre todo adaptada a su edad.

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