Con el tiempo, Los cuentos de India, dejaron de ser algo más que cuentos infantiles, y se volvieron un canal de expresión para muchas madres o padres cuyos hijos atraviesan algunos de estos diagnósticos.

Nos gusta recibir y leer estos testimonios, en primera persona, narrados por quienes lo vivieron. ¿Cómo fue el momento del diagnóstico? ¿Cómo es el día a día?

Por eso, hoy les compartimos la historia de Victoria y Gonzalo, papás de Candela, que fue diagnosticada con diabetes tipo 1, y luego con celiaquía.

Además, invitamos a quién quiera animarse a escribir su historia, la comparta con nosotras.  

EL TESTIMONIO

Somos Victoria y Gonzalo, papás de Candela, de casi diez años. Hace poco más de cuatro años nuestras vidas cambiaron de rumbo, porque el 26 de enero de 2018, diagnosticaron a nuestra niña con diabetes tipo 1 (insulina dependiente).

Literalmente se nos vino el mundo abajo. No sabíamos que esta condición se pudiera manifestar en niños tan pequeños.

Llegamos al Sanatorio del Niño en Rosario, en donde la atención es maravillosa, y estuvimos 3 días internados. No solo para regular las glucemias de Cande, sino también, porque a partir de allí, nuestros día a día cambiarían al 100%.

Nosotros, como papás, teníamos que aprender a llevar adelante el tratamiento, y aprender a convivir con la nueva integrante: la diabetes.

No fue nada fácil, Cande tenía y tiene que controlar la glucemia de 4 a 6 veces por día, pinchándose los deditos; y luego de cada comida, corregirse con insulina.

Cande es una niña muy fuerte y valiente que se ha adaptado rápidamente a la nueva forma de vida: pincharse los dedos, la panza, los brazos, las piernas, contar carbohidratos, estar atenta a los signos de las hipo e híper glucemias; y hasta ella misma, cuando tiene ganas, cuenta cómo es su tratamiento.

Como si fuera poco, el 6 de abril de 2020, en plena cuarentena obligatoria, luego de hacerle una video endoscopia, por muchos dolores de panza, le diagnostican Celiaquía… Más cambios de hábitos. Aunque por suerte, hoy en día, tenemos disponibles muchos productos con “escudo protector”, como dicen Los cuentos de India.

Ambas condiciones nos acompañarán siempre, pero no son impedimentos para que Cande tenga una vida como la de cualquier otro niño.

Con diabetes y con celiaquía se puede, sobre todo, cuando contamos con el apoyo de nuestras familias y amigos.