“La conexión de una simple mirada puede ser lo más extraordinario que nos pasó en el día, y solo una palabra puede dar cuenta de que estamos en la misma sintonía. Si viene acompañada de un beso y un abrazo, sabemos que es lo más sincero y genuino que vamos a recibir”
Estamos muy contentas de contarles que el tema de nuestro próximo libro será el autismo.
Había muchos otros temas dando vueltas. Desde que empezamos con los cuentos tuvimos la suerte de conocer personas e historias maravillosas, y distintos diagnósticos y problemáticas que nos fueron conmoviendo.
Entre esas personas están Virginia, Ezequiel y sus hijos, Dante, Cata e Isabella. Una familia hermosa que nos abrió las puertas de su casa y su corazón y nos mostró la belleza del mundo a través de los ojos de Dante, quien tiene TEA.
Su historia nos inspiró, y ellos escribieron unas palabras que también aparecerán en nuestro próximo libro.
LAS PALABRAS DE EZEQUIEL Y VIRGINIA
Cuando iniciamos nuestro proyecto de familia creíamos que podíamos tener todo diseñado y planificado. Sabíamos a qué escuela y a que club íbamos a mandar a nuestros hijos; qué deportes iban a practicar, qué idiomas iban a aprender. Nos imaginábamos quiénes iban a ser sus amigos; teníamos todo perfectamente diseñado.
La vida nos bendijo con la llegada de la llegada de Cata, Isabella y también de Dantito, que llegó a nuestra vida con una pequeña cajita de pandora que nos llenaba de miedos. Intentábamos disimularla porque contenía infinidad de sorpresas que no eran lo suficientemente aceptables socialmente. Solamente nos sentíamos seguros cuando las cosas pasaban en casa, en nuestro círculo más íntimo, donde los berrinches, los juegos simbólicos y las miradas perdidas eran parte de nuestras rutinas.
Teníamos que diseñar nuestras vidas con otros parámetros. De a poco nos acostumbramos a mirar con otros ojos, e hicimos de la cajita de sorpresas de Dante, nuestros propios proyectos, diseñando nuestro mundo de una manera que jamás nos hubiésemos imaginado.
Nuestro mundo es ahora, básicamente, SIMPLE, vivimos en la simpleza de lo cotidiano, donde se prioriza el silencio, no existen ni ídolos ni estándares; donde la conexión de una simple mirada puede ser lo mas extraordinario que nos pasó en el día, y solo UNA palabra puede dar cuenta de que estamos en la misma sintonía. Si viene acompañada de un beso y abrazo, sabemos que es lo mas sincero y genuino que vamos a recibir. Entonces, nos despejamos de prejuicios, de parámetros adquiridos sin sentido, y entendimos que, por más que tengas el oro del mundo, hay cosas que simplemente no se compran.
Dantito vino a poner nuestro mundo patas para arriba, y a convertirnos en sus mejores alumnos, para enseñarnos cuales son las cosas más importantes de la vida.
Seguimos y seguiremos aprendiendo siempre, todo el día es un gran desafío, que orgullosamente transitamos juntos, como familia. Somo afortunados de que nos haya elegido, para aprender, siempre, a abrir nuestros ojos y nuestra mente, desde el corazón.
EZEQUIEL Y VIRGINIA