Hoy en día, a través del exceso de pantallas y publicidades ¡que se cuelan por todas partes! Vencer los estímulos buscando una alimentación saludable es fundamental. Es una manera de colaborar en su salud presente y futura.
Por eso no solo es importante incorporar alimentos variados y ricos en nutrientes, sino que también lo es generar hábitos de una buena alimentación.
Si bien el peso es un factor de análisis importante, no debe ser considerado como el único indicador de que un niño está teniendo una alimentación saludable.
Compartimos los principales consejos para lograr una alimentación saludable en los niños:
El desayuno y la merienda tendrán que ser lo más nutritivos posible, incorporando proteínas y fibras naturales. Para eso debemos recurrir a las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales. Los frutos secos, por ejemplo, son un gran sustituto de las golosinas y a los chicos, cuando los conocen ¡les encantan!
Es preferible en el almuerzo y en la cena optar por alimentos que sean fuentes de proteínas y grasas saludables. Por eso debemos evitar los aceites vegetales hidrogenados. Todo tipo de carnes, los lácteos en general y los huevos son los que nos van a proveer de proteínas. En cuanto a las grasas saludables, podemos recurrir a la palta, las nueces, el maní, las semillas de lino, porotos de soja y ciertos pescados.
Lo que se busca es un balance entre vitaminas, minerales, hidratos de carbono complejos, proteínas y grasas saturadas ricas en colesterol.
Una alimentación variada y saludable siempre va de la mano de la actividad física.
La actividad física es otro hábito de mucha importancia para generar en los niños, dado que protege, no solo su salud futura, sino también presente.
Se recomienda que los niños realicen 1 hora diaria de algún tipo de actividad recreativa.